Fecha: 13/08/2024
La sexta Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (UNEA-6), que concluyó el 1 de marzo, ha sido aplaudida como un éxito por las varias resoluciones y decisiones que se lograron durante la semana que duró la asamblea celebrada en Nairobi.
En general, se considera que lo alcanzado en dicha reunión reafirma la cooperación de los diferentes países frente a la triple crisis planetaria, es decir, frente a los tres mayores retos que enfrenta el planeta: el cambio climático, la pérdida de la naturaleza y la contaminación.
Cuando los números hablan
Además del llamado a la acción por parte del secretario general de la ONU con el que se inauguró la asamblea, también se presentaron un par de informes cuyas conclusiones no dejan duda de la urgencia de hacer frente a la crisis climática.
António Guterres, como de costumbre, no matizó sus palabras, sino que hizo hincapié en que “nuestro planeta está al borde del abismo. Los ecosistemas están colapsando”. Asimismo, aseguró que la humanidad carga la responsabilidad de este colapso y, por tanto, la de tomar medidas urgentes “para acelerar una transición justa de los combustibles fósiles a las energías renovables, adaptarnos a los fenómenos meteorológicos extremos, hacer justicia climática, controlar la contaminación y proteger y restaurar los ecosistemas”.
Uno de los informes presentados en la UNEA advierte que la extracción de recursos naturales podría aumentar un 60% con respecto a 2020 si no se adoptan medidas para reducir el consumo y la producción mundiales. Otro informe sobre la gestión de residuos señala que, si no hay un cambio radical hacia una economía circular y de cero desechos, la acumulación mundial de residuos podría crecer en dos tercios para 2050. Ambas situaciones pondrían en grave riesgo la salud del planeta, y la de los seres humanos.
¿Qué resoluciones se acordaron?
Tras una semana de reunión, los Estados miembros aprobaron 15 resoluciones para hacer frente a algunos de los retos medioambientales más urgentes. Algunas de ellas abordan la protección de mares y océanos, la reducción de la contaminación del aire, la gestión de los productos químicos y los desechos, y el uso de pesticidas. Otras, promueven la creación de acuerdos medioambientales multilaterales. A continuación detallamos algunas de las resoluciones acordadas:
Promoción de un estilo de vida sostenible
Esta resolución reconoce que los cambios que hagamos a nivel individual pueden tener un impacto global. Por eso, la UNEA pide a los estados miembros que desarrollen iniciativas de concienciación de la ciudadanía. También pide que aumente la colaboración público-privada para fomentar la educación medioambiental.
Asistencia y recuperación ambientales en zonas afectadas por conflictos armados
Una resolución que se torna urgente frente a la cantidad de conflictos activos alrededor del mundo. La UNEA admite que en situaciones de conflicto armado suele haber una degradación del medio ambiente que además impacta la salud humana. Por tanto, alienta a los Estados miembros a que aumenten la eficacia de la asistencia y la recuperación ambiental en las zonas afectadas por conflictos armados.
Aspectos ambientales de los minerales y metales
La minería supone retos ambientales importantes, por lo que una de las resoluciones adoptadas pide a los Estados miembros, y entidades relacionadas con todo el ciclo de vida de los minerales y metales, a que promuevan el consumo y la producción sostenibles, y que se ajusten a lo estipulado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
¿Por qué importan estas resoluciones? Porque se considera que lo acordado en la UNEA implica un primer paso hacia la creación de tratados globales vinculantes y políticas nacionales que impulsarían el cambio necesario.