Fecha: 23/04/2023
Discutir el calentamiento global, las emisiones de carbono, los desastres naturales, la contaminación y demás temas relacionados con la mala salud del planeta puede resultar desesperanzador. Pero lo cierto es que, aunque las dimensiones del problema son enormes, nuestras pequeñas acciones sí pueden marcar una diferencia. Sigue leyendo para descubrir tres cambios que puedes hacer en tu día a día para ayudar a salvar el planeta.
No al plástico, sí al bio
No es secreto para nadie que el plástico de un solo uso es de los mayores enemigos del medio ambiente. Y, sin embargo, el ritmo al que producimos plástico acelera cada año. En la industria de la alimentación en particular todavía predominan los plásticos de un solo uso, específicamente en los embalajes en los que vienen los alimentos.
Pero no por falta de alternativas. Existen decenas de opciones biodegradables, desde los envases de pulpa de papel reciclado, que se han venido utilizando desde hace décadas y son eficientes y prácticos, hasta innovaciones más recientes, como las bandejas de hoja de palmera o los embalajes de cera de abeja. En tu próxima visita al supermercado elige el cartón de huevos biodegradable, o compra la fruta que venga en bandejas de papel reciclado, y habrás reducido inmediatamente tu huella de carbono.
Atención al lenguaje
La organización EARTHDAY.ORG publicó este año un interesante artículo en el que argumenta que llamar ‘desastres naturales’ a los eventos climáticos extremos como huracanes, inundaciones y sequías nos hace olvidarnos del papel de la actividad humana en dichos desastres.
Aunque pueda parecer un simple detalle lingüístico, utilizar las palabras correctas nos ayuda a procesar que el estado actual del planeta, y los efectos del calentamiento global, son el resultado directo de nuestra economía de combustibles fósiles y filosofía de sobreproducción y sobreconsumo. Por eso, la próxima vez que vayas a comentar el devastador impacto de una tormenta o huracán, recuerda referirte a ellos como ‘desastres climáticos’, no naturales.
Vegetariano por un día
Según algunos estudios, la dieta vegetariana reduce nuestro impacto ambiental entre un 42 y un 84% si se compara con una dieta saludable estilo mediterránea. Sin embargo, adoptar una dieta completamente vegetariana puede ser una decisión importante y difícil. Como el primer paso siempre es el más importante, la sugerencia es comenzar por introducir una comida 100% vegetariana a la semana en tu rutina alimenticia. Con solo ese pequeño esfuerzo, tu impacto medioambiental se reducirá considerablemente.
Según un informe de la Universidad de Michigan, la comida supone entre 10 y 30% de la huella de carbono en cada casa o núcleo familiar. La producción de alimentos representa el 68% del total de las emisiones, mientras que el transporte representa solo un 5%, por lo que cambiar una comida con productos animales por una vegetariana, solo una vez por semana, ahorraría el equivalente de conducir 1.866 kms.