Fecha: 22/06/2023
Cada año se talan 2,3 mil millones de árboles para producir empaques de papel o telas como la viscosa o el rayón. Es un número impactante, pero puede ser ‘recortado’ sustancialmente con innovación y voluntad.
En reconocimiento del Día Mundial de la Selva Tropical resaltamos todo lo que las estas hacen por nosotros y por qué no podemos sobrevivir sin ellas. Además, celebramos el trabajo de Canopy y sus colaboraciones con marcas multinacionales para proteger las selvas y bosques.
Necesitamos las selvas tropicales porque:
Las selvas tropicales cumplen un papel fundamental en el equilibrio del mundo tal y como lo conocemos. Sin embargo, y a pesar de su importancia, continuamos talando dichas selvas por múltiples razones.
Las actividades de ganadería y agricultura son unas de esas razones, pero también lo es la producción de papel y de productos de papel. Grandes áreas de selva tropical en Sumatra, por ejemplo, fueron taladas y convertidas en plantaciones especializadas, de una única especie, que se utiliza para producir fibra para papel.
Fuentes responsables y más reciclaje
Como sociedad, finalmente hemos comenzado a alejarnos de los plásticos de un solo uso. Y eso es una buena noticia. Pero también está poniendo en peligro nuestros bosques y selvas, ya que cada vez más empresas buscan alternativas provenientes de los árboles.
En estos casos, organizaciones como Canopy pueden ofrecer soluciones más circulares. Esta organización medioambiental sin fines de lucro se dedica a proteger los árboles y especies del planeta para mitigar los efectos del cambio climático.
Canopy tiene una serie de iniciativas a través de las cuales ayuda a diferentes empresas a encontrar maneras más sostenibles de producir o empaquetar sus productos.
Pack4Good, por ejemplo, intenta dar un giro a la cadena de suministros de empaques de papel para proteger los bosques y selvas más amenazados y antiguos del mundo. Canopy tiene alianzas con cientos de marcas a las que ayuda a encontrar alternativas sostenibles a la tala de árboles.
Una de ellas es el uso de pulpa y papel reciclados, que se ha establecido como la mejor manera de minimizar nuestro impacto sobre los bosques y selvas. Estudios de prestigio han señalado que el uso de fibras recicladas reduce significativamente la presión sobre nuestros bosques y sistemas de agua dulce. Además, el reciclaje ayuda a mitigar el cambio climático al minimizar la huella de carbono del papel, especialmente cuando se trata de residuos postconsumo.