Fecha: 16/01/2024
Solemos enfocar nuestras resoluciones de Año Nuevo en realizar cambios, grandes o pequeños, que nos ayuden a ser la mejor versión posible de nosotros mismos. Pero no por eso deben limitarse a hacer más ejercicio o perder los kilos de más. En el mundo de hoy, lo mejor que podemos hacer por nosotros y por los demás es llevar un estilo de vida más consciente.
Parece una idea amplia, pero de hecho es muy simple: significa tomar decisiones informadas y saludables para nosotros, los demás y nuestro planeta. Llevar una vida más consciente implica interiorizar que nuestras acciones individuales tienen un impacto más allá de nosotros mismos, y está en nuestro poder hacer que ese impacto sea positivo.
Esta idea, por supuesto, es aplicable a muchos aspectos del día a día; pero hoy nos enfocaremos en hábitos ambientalmente conscientes que puedes adoptar para ser más ‘verde’.
El mundo tiene muchos problemas de escasez, pero una cosa que tenemos en abundancia es basura. Por eso, una de las mejores acciones que podemos tomar por el planeta es reciclar adecuadamente nuestros desechos domésticos.
En regiones como América Latina, donde el reciclaje no es tan accesible o no es obligatorio, es una buena idea separar los materiales reciclables en casa y contactar a empresas y asociaciones que ofrecen servicios gratuitos de reciclaje.
Otra forma clave de reducir los desechos es reutilizar y reparar lo que ya tenemos, y limitar los plásticos de un solo uso en nuestro día a día. Compra una botella de agua reutilizable y bolsas de compras reutilizables, y cambia tus recipientes de plástico por contenedores de vidrio duraderos.
A veces, un poco de investigación en redes sociales o un paseo por tu zona es todo lo que se necesita para encontrar marcas que fabrican y venden sus productos localmente. Comprar local reduce las emisiones de carbono y los residuos asociados con esos productos.
Si puedes elegir entre dos opciones, no dudes en optar por la más ecológica. Por ejemplo, si vas a comprar verduras, elige aquellas de productores locales o aquellas que vienen en envases de papel reciclado, en lugar de envueltos en plástico.
Cuando optamos por envases hechos con materiales reciclados, y luego los reciclamos correctamente, contribuimos a una economía circular, reduciendo así los desechos, el consumo de energía, las emisiones de carbono y el uso de recursos naturales.
El agua es un recurso precioso, especialmente en ciertas regiones de América Latina. Es fácil ahorrar agua con acciones simples, como reducir el tiempo de tus duchas y asegurarte de que cualquier fuga en casa esté arreglada. Estos pequeños ajustes pueden reducir significativamente el desperdicio de agua y contribuir a los esfuerzos de conservación.
Lo mismo ocurre con el uso de energía. Cambia a electrodomésticos eficientes si es posible, apaga las luces cuando no las uses y desconecta los aparatos electrónicos. El aire acondicionado es común en muchos países latinoamericanos más cálidos, pero consume mucha energía; así que limita su uso tanto como sea posible.
Habla con tus amigos sobre tus esfuerzos de sostenibilidad y concéntrate en los aspectos positivos: es difícil que la gente escuche cuando la situación ambiental parece alarmante. Aunque sí es algo preocupante, hay mucho que podemos hacer como individuos; al conversar con amigos sobre este tema, es mejor enfocarse en esos pequeños pasos que todos podemos dar.
Usa las redes sociales para compartir consejos y conocimientos sobre cómo estás tratando de ser más sostenible. Esto normaliza la necesidad de prácticas ecológicas y puede inspirar a otros a hacer lo mismo. Por supuesto, todo comienza educándose sobre los problemas ambientales actuales y las posibles soluciones.
Todos los consejos que hemos compartido hasta ahora ayudan a cultivar un estilo de vida más verde, pero hay mucho más que puedes hacer,y sin un esfuerzo enorme. Usar menos tu carro, o compartirlo con amigos en camino al colegio o al trabajo, ayuda a reducir las emisiones; comer una comida vegetariana a la semana; apoyar esfuerzos locales de conservación; plantar árboles o cultivar jardines amigables con las abejas. Estos son todos pequeños pasos que pueden marcar una diferencia real y tangible.
Cada una de estas resoluciones presenta una oportunidad para tener un impacto positivo en el medio ambiente y contribuir a un futuro más sostenible en América Latina, y en el mundo en general. Así que haz del 2024 el año de las 'resoluciones verdes'.