Fecha: 13/11/2023
América Latina y el Caribe, una región de una biodiversidad y belleza natural incomparables, ha estado lidiando con una creciente crisis ecológica en las últimas dos décadas. En este tiempo, se han perdido más de 39 millones de hectáreas de bosques primarios, es decir, bosques que no han sido intervenidos por la mano del hombre.
Las causas de esta deforestación varían de un país a otro y pueden ir desde la expansión de la agroindustria y sistemas ganaderos extensivos hasta cultivos ilícitos, minería y tala ilegal. Los incendios forestales, el uso insostenible de recursos para la ganadería, los efectos del cambio climático y la sobreexplotación de los recursos hídricos también han empeorado la crisis ambiental de la región.
Según varios activistas y expertos, la deforestación en América Latina es principalmente una consecuencia de las actividades humanas. Por ejemplo, cuando las tierras forestales se transforman para el cultivo de cosechas como la soja, la palma y el aguacate. Además, los efectos del cambio climático, especialmente durante los períodos de sequía intensificada, han provocado un notable aumento de los incendios forestales,que a menudo son causados por el hombre.
Por qué plantar árboles es crucial
Plantar árboles no tiene que ver solo con embellecer nuestros paisajes; plantar árboles implica preservar la salud de nuestro planeta y garantizar nuestro futuro. A seguir, algunas razones por las que plantar árboles es fundamental:
Regulación del clima: Los bosques desempeñan un papel vital en la moderación de las emisiones de gases de efecto invernadero. De hecho, los bosques tropicales por sí solos contribuyen hasta en un 30% de los esfuerzos globales necesarios para combatir el cambio climático. Los bosques actúan como sumideros naturales de carbono y ayudan a mantener la temperatura del planeta bajo control.
Ciclos de oxígeno y carbono: Los bosques regulan los ciclos de oxígeno y carbono del planeta y ayudan a controlar los climas locales y regionales al intercambiar agua y energía con la atmósfera.
Mitigación de desastres: Al mantener el equilibrio ecológico, la restauración sostenible de los bosques puede ayudar a mitigar la ocurrencia de desastres relacionados con el clima, como incendios forestales e inundaciones.
Valor económico: Plantar árboles puede aportar un valor económico significativo a las comunidades locales. Varios estudios han demostrado que las economías locales pueden obtener hasta $30 por cada $1 invertido en la restauración de bosques.
El buen ejemplo de la República Dominicana
La deforestación presenta un desafío significativo que exige una acción inmediata. Países como la República Dominicana han comprendido esto y han fomentado iniciativas tanto públicas como privadas para restaurar sus bosques nativos e involucrar a sus ciudadanos.
El Ministerio del Medio Ambiente, por ejemplo, ha llevado a cabo durante años campañas de reforestación como parte de su plan para aumentar la cobertura forestal del país. Según las cifras más recientes, ya se han plantado más de 5,5 millones de árboles en áreas de alto riesgo.
Este año, la campaña recibió un impulso adicional cuando artistas locales como Ramón Orlando, Cheo Zorrilla, Krisspy, Peña Suazo, Monchy Capricho, Enrique Féliz, Carlos Alfredo, Kaki Vargas, Ala Jaza, Henya Tejeda, Rubby Pérez y Dionis Fernández llamaron a sus seguidores a participar en la plantación de árboles y respaldar la iniciativa como pudieran.
Otros proyectos de reforestación también se han llevado a cabo con éxito en la República Dominicana durante años, especialmente los patrocinados por bancos. El Banco Popular Dominicano, por ejemplo, alcanzó su objetivo de plantar 1 millón de árboles para 2030 en 2022. Mientras tanto, otros bancos se unieron a la Coalición Priceless Planet de MasterCard, que tiene como objetivo restaurar 100 millones de árboles en todo el mundo para 2025.
La batalla contra la deforestación no es solo una lucha por la biodiversidad y la naturaleza, sino por nuestra propia supervivencia y bienestar. Como se ha visto anteriormente, a través de esfuerzos concertados podemos despertar la esperanza y trabajar hacia un futuro sostenible donde los bosques prosperen y nuestro planeta prospere.