Fecha: 27/07/2023
Cuando se trata de almacenar dióxido de carbono, los árboles y los océanos se llevan gran parte del protagonismo. Pero la naturaleza no deja de sorprendernos: también los manglares son excelentes depósitos de carbono, y por tanto son cruciales en la lucha contra el cambio climático.
Nativos de las costas tropicales y subtropicales de todo el mundo, los manglares son árboles que crecen en ambientes ‘salados’. Gracias a su complejo sistema de raíces, los manglares crecen con éxito en suelos húmedos y sumergidos, e incluso pueden filtrar la sal del agua de mar. De hecho, han evolucionado de maneras sorprendentes para sobrevivir en ambientes que serían mortales para otras plantas.
Sin embargo, poco han podido hacer para adaptarse a los impactos negativos de las actividades humanas. El desarrollo urbano en zonas costeras, la contaminación y el calentamiento global están acabando con los manglares. El plástico supone una amenaza particularmente preocupante: las mareas arrastran los residuos plásticos que llegan al mar hasta los manglares, donde quedan atrapados entre sus raíces y los ahogan.
Super depósitos de carbono
La destrucción de estos ecosistemas es preocupante no solo por su importancia ecológica –los manglares albergan una gran cantidad de biodiversidad y protegen las costas de la erosión y las tormentas–, sino también por su papel en la reducción de gases de efecto invernadero.
Los manglares ayudan a regular la temperatura del planeta y actúan como depósitos de carbono, atrapando enormes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera. A pesar de que solo cubren una pequeña parte de la superficie del planeta, su capacidad de almacenar carbono les convierte en una herramienta esencial en la lucha contra el cambio climático.
Cuando crecen, los manglares retiran dióxido de carbono de la atmósfera y lo utilizan para crear sus raíces, ramas y hojas. Y, a diferencia de otros árboles, cuando un manglar muere ese carbono se mantiene en su interior y eventualmente se hunde hasta el fondo marino. Por eso el carbono que absorben los manglares es llamado ‘carbono azul’.
Los manglares son incluso más valiosos que los bosques cuando se trata de mitigar los efectos del cambio climático, ya que pueden almacenar mucho más carbono que los árboles terrestres. Aunque apenas representan el 2% de los ecosistemas marinos, los manglares son responsables de entre 10 y 15% del almacenaje global de carbono.
Proteger los manglares de América Latina
Aunque los manglares están en peligro, también están siendo protegidos por personas y organizaciones en todo el mundo. En Kenya, por ejemplo, un par de proyectos llevan ya años cambiando créditos de carbono por acciones de conservación y recuperación de manglares; se trata de una solución innovadora que otras regiones ya han comenzado a adoptar.
En Vietnam se trabaja desde hace años por la conservación de la Reserva de Biosfera Can Gio de manglares, especialmente a través de proyectos de reforestación y de educación medioambiental con las comunidades locales, a las que también entrenan en prácticas de acuicultura sostenible para que quienes dependen de los manglares para vivir puedan hacerlo sin destruirlos.
Alrededor del 26% de los bosques de manglares del mundo se encuentran en América Latina y el Caribe, por lo que también allí se están desarrollando iniciativas dedicadas a su protección. En septiembre de 2022 un proyecto apoyado por la UNESCO comenzó por asesorar los manglares de siete reservas de biosfera en Colombia, Cuba, Ecuador, El Salvador, México, Panamá y Perú para definir acciones de conservación.
El plan es desarrollar iniciativas que, como ha ocurrido en otras partes del mundo, pongan a las comunidades locales en primer plano. El proyecto se enfocará en educar y crear conciencia sobre la importancia de los manglares para el planeta, y para las personas. En particular, la intención es involucrar a los jóvenes para que sean ellos quienes lideren estos proyectos en sus comunidades, dándoles herramientas para convertirse en líderes que impulsen acciones climáticas colectivas.