Fecha: 09/01/2023
"Esta Conferencia ha dado un paso importante hacia la justicia”, con estas palabras resumía el Secretario General de la ONU lo que podría considerarse el gran logro de la COP27, que se celebró en Sharm el-Sheikh, Egipto, en noviembre de 2022.
António Guterres se refería al fondo que los países participantes aceptaron crear para “compensar a las naciones más vulnerables por las pérdidas y los daños causados por los desastres climáticos''.
Este mecanismo de financiación ha sido el constante reclamo de los países en vías de desarrollo. En la última década representantes de muchos de ellos han alzado la voz para hacer pública su posición y exigir acción inmediata.
Y es que aunque su contribución al cambio climático es mínima (se calcula que alrededor del 5 %), estas naciones están padeciendo las peores consecuencias de la crisis medioambiental. Entre ellas, el desplazamiento de la población, la pérdida de biodiversidad y el declive económico, además de las millones de muertes relacionadas con incendios, inundaciones, sequías y temperaturas extremas.
Los V20
A pesar de este importante paso, aún está pendiente establecer el funcionamiento exacto del fondo y, particularmente, cuáles países serán los beneficiarios. Pero se puede especular que serán algunos de los que forman parte del V20, el grupo de los 20 vulnerables, que se estableció en Lima, Perú, en 2015.
Hoy forman parte del V20 58 naciones de África y Oriente Medio, Asia-Pacífico y América Latina y el Caribe. Su población conjunta es de 1.500 millones de personas, y la mayoría de ellas están sufriendo o sufrirán en el futuro cercano a causa del cambio climático.
Causas y consecuencias
De hecho, si continuamos en la tendencia actual, para finales de siglo el cambio climático causará 3.4 millones de muertes al año. Por tanto, a pesar de lo importante de reparar los daños causados, es más imprescindible aún tomar medidas para ralentizar la crisis climática; de lo contrario, nunca romperemos el ciclo.
“Si no solucionas el problema de base, que son las emisiones, entonces pronto tendremos que llamar a ese fondo, ‘el fondo del fin del mundo’”, resume Manuel Pulgar-Vidal, Líder Mundial de Clima y Energía de WWF Internacional.
En efecto, una de las tareas pendientes que dejó la COP27 fue concretar medidas para la eliminación progresiva de los combustibles fósiles y para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados. Pero si algo dejó claro es que hacer presión de manera global, continua y pública -como han hecho los países vulnerables- puede impactar las decisiones que se toman en la Conferencia.