Fecha: 11/11/2024
La semana pasada, el mundo se reunió en Colombia para la 16ª Conferencia de las Partes de la Convención sobre la Diversidad Biológica (COP16). Este año, el evento tuvo lugar en Cali, Colombia, uno de los países más biodiversos del planeta. La notable riqueza natural de Colombia incluye más de 67,000 especies de plantas y animales, por lo que fue un escenario adecuado para discutir cómo proteger los ecosistemas de nuestro planeta.
El tema de la conferencia de este año, "Paz con la Naturaleza", sirvió como un llamado a reflexionar sobre nuestra relación con el medio ambiente. Los representantes allí reunidos se enfocaron en desafíos apremiantes de nuestro tiempo, como la pérdida de hábitats, la protección de especies en peligro de extinción y la preservación de nuestros ecosistemas.
Sobre todo, la COP16 buscaba transformar en planes concretos los compromisos adquiridos durante el Marco Mundial de Diversidad Biológica de Kunming-Montreal 2022 (GBF, por sus siglas en inglés). Para cumplir con los objetivos del GBF, es esencial contar con financiamiento sustancial, y fue precisamente en este aspecto donde los países asistentes no lograron llegar a un acuerdo.
Temas por resolver y logros notables
De hecho, la conferencia concluyó sin que las discusiones sobre el financiamiento para la protección de la biodiversidad llegaran a su fin. Las negociaciones, que se extendieron hasta la madrugada, revelaron desacuerdos significativos sobre cómo financiar los esfuerzos para alcanzar los objetivos de biodiversidad del GBF, lo que requeriría cerrar una brecha de financiamiento estimada en alrededor de 700 mil millones de dólares.
Como resultado, la COP16 no ha concluido oficialmente. En cambio, los países se volverán a encontrar el próximo año en una reunión especial para continuar estas discusiones vitales.
A pesar de este resultado decepcionante, la COP16 sí obtuvo buenos resultados en varias áreas clave. En particular, los participantes acordaron una tasa global sobre el uso de recursos genéticos provenientes de la naturaleza. Dicho acuerdo podría conducir a uno de los fondos de conservación de biodiversidad más grandes del mundo, lo cual proporcionaría una fuente crucial de financiamiento para iniciativas ambientales.
Otro logro significativo fue la incorporación formal de las comunidades indígenas en el proceso de toma de decisiones de la ONU en cuestiones de biodiversidad. Esta inclusión fue considerada un "momento decisivo" para la representación indígena y reconoce las valiosas perspectivas y contribuciones que estas comunidades pueden aportar en la protección de la biodiversidad.
Un paso adelante
Al reflexionar sobre los resultados de la COP16, queda claro que el camino hacia una relación más sostenible con la naturaleza continúa. Las discusiones en Colombia subrayaron la urgencia de abordar la pérdida de biodiversidad y la importancia de la colaboración entre naciones.
Aunque hay obstáculos que superar, los compromisos adquiridos y las conversaciones iniciadas durante esta cumbre proporcionan una base para esfuerzos futuros. Como es de esperar, crear conciencia fue un objetivo clave para el país anfitrión, y el consenso general es que en este aspecto la conferencia fue exitosa.
En palabras de Susana Muhamad González, Presidenta de la COP16: “Si logramos transformar nuestra relación con la naturaleza, así como nuestras prácticas de producción y consumo, y generamos acciones colectivas para promover la vida en lugar de destruirla, estaremos abordando los desafíos más importantes de nuestro tiempo”.
De esta manera, la COP16 sirvió como un recordatorio de la interconexión de todos los seres vivos y la necesidad de trabajar juntos para salvaguardar nuestro planeta. La ruta hacia ese futuro sigue siendo complicada, con la cooperación y los esfuerzos conjuntos de todas las naciones como las únicas maneras de allanar el camino. Para lograr un futuro donde la humanidad viva en armonía con la naturaleza, como sugiere Muhamad González, primero será necesario alcanzar un consenso entre naciones.