Fecha: 09/01/2023
Año nuevo, basura nueva: cómo darle un buen uso a los residuos de las fiestas
Pasadas las navidades siempre nos quedan unos kilos de más. Y los notamos tanto en el cinturón como en la basura. Se estima que cada europeo genera, en promedio, cerca de 180 kg de residuos de embalajes al año. En Estados Unidos la situación no es mejor: anualmente el país produce 2.1 millones de kg de papel de regalo –y la mitad termina en vertederos.
Además, el auge de las compras online no ha hecho sino agravar el asunto: cada compra viene con el costo medioambiental añadido de una inmensa cantidad de materiales de embalaje.
Además de ser responsables a la hora de comprar, con un poco de conciencia y creatividad podemos limitar el daño haciendo un uso adecuado de nuestros residuos de papel y cartón.
Como sabemos, la mejor opción siempre es reutilizar lo que ya tenemos. El papel y las bolsas de regalo pueden parecer bienes desechables, pero no tienen porqué serlo. Muchas bolsas de cartón y papel están en perfectas condiciones después de pasar unos días bajo el arbolito. No hay ninguna razón para no volver a usarlas al año siguiente. Además de ecológica, es una idea ahorrativa.
Si el papel de regalo está demasiado gastado o roto, puedes cortarlo en tiras (o usar una trituradora de papel) y utilizarlo para guardar tus decoraciones navideñas más delicadas. También te servirá para futuros envíos de regalos. Es una manera útil, sostenible y colorida de empacar tus envíos.
Si eres hábil con las manos puedes utilizar los restos de papel para hacer decenas de manualidades, desde tarjetas de regalo hasta decoraciones navideñas, origami, lazos, etc.
No todo lo que brilla es reciclable. Asegúrate de separar bien el papel y cartón 100% reciclable de aquel que no lo sea. Los papeles brillantes, mate o con escarcha normalmente no pueden reciclarse, así que no los juntes al resto de tus desechos de papel.
Si no estás seguro, utiliza esta técnica: aplástalo hasta formar una bola; si se mantiene en esa forma, es reciclable. De lo contrario, mejor reutilízalo o colócalo en la basura ordinaria.
También es importante retirar los restos de cinta adhesiva de los envoltorios, las cintas y lazos y las asas de las bolsas que no sean de papel o cartón, ya que estos no deben ir junto al reciclaje.
Algunos regalos, como los juguetes, vienen en cajas de cartón pero también traen elementos de plástico. No dejes de separarlos correctamente, incluso los pequeños amarres de plástico o alambre, que no pueden reciclarse.
Aunque nos cueste admitirlo, en estas fechas recibimos muchos regalos para los que realmente no tenemos uso. Si no puedes devolverlos o intercambiarlos donde fueron comprados, guárdalos para tu próximo regalo, o piensa en alguien que sí les pueda dar uso.
Hay muchas instituciones a las que puedes donar tus regalos no deseados. Si se trata de un libro, puedes llevarlo a la biblioteca local o a una librería de libros usados. La ropa, por ejemplo, siempre es bienvenida en instituciones que trabajan con los más necesitados, sobre todo si está en buen estado. Incluso puedes aprovechar el impulso y hacer ‘limpieza de clóset’; saca lo que no utilices o ya no te sirva y dónalo también o llévalo a organizaciones de reciclaje de tejidos.
En cuanto a comida: a veces recibimos tantos enlatados y otros alimentos no perecederos que parece que nunca tendremos oportunidad de comerlos. Hay quien sí los querrá de manera inmediata, por lo que puedes donarlos en tu parroquia o en otra organización que reciba alimentos para las comunidades necesitadas.
Si aún buscabas una resolución de año nuevo, esta es tu señal para dedicar tus esfuerzos a ser más ‘verde’. El planeta te lo agradecerá.